tag:blogger.com,1999:blog-352911202024-03-07T08:01:14.321+00:00Un habitante másTodo lo que no se da, se pierde (Proverbio hindú)Gemitahttp://www.blogger.com/profile/07116767702838220642noreply@blogger.comBlogger363125tag:blogger.com,1999:blog-35291120.post-69775555685763839332015-07-01T08:28:00.003+01:002015-07-01T10:57:16.478+01:00El globo (En 17 palabras) "Mientras subía y subía, el globo lloraba al ver que se le escapaba el niño." (M. Sáiz Álvarez)<br />
<br />
No aprendemos a soltar. <br />
Nos agarramos siempre a lo que amamos. Y lo que es peor, también a lo que nos hace sufrir.<br />
<br />
Hace unas semanas les compré un globo a mis sobrinos. Los dos estaban fascinados con aquellos delfines de nitrógeno. <br />
- Agárralo fuerte -le dije a Julen- No se vaya a escapar.<br />
Mi sobrino cerró con mucha fuerza el puño para sujetar el hilo del globo y me miraba de vez en cuando buscando mi aprobación. <br />
- Te veo, lo estás agarrando fuerte. Pon atención para que no se vuele.<br />
<br />
Luego, reflexionando, pensé en la repercusión que aquel insignificante acontecimiento podía tener. En lo que le estaba enseñando a mi sobrino. Es como si le estuviera diciendo: "Eres responsable de cuidar de eso tan querido. Tienes que agarrarlo o lo perderás. Tienes que aferrarte a ello y así evitarás el sufrimiento." Me sentí terriblemente mal por haber puesto en él una responsabilidad tan grande. Y por haberle mentido.<br />
<br />
En realidad, no perdemos nada ni a nadie. Es solo que todo cambia. Que todos somos seres libres. Nada ni nadie nos pertenece. Ni siquiera un globo de nitrógeno. En la vida se da el gusto y el disgusto, pero no es sano producir tanto apego al gusto ni tanto odio al disgusto. Cuando llega el placer, se disfruta, sin aferramiento, pues todo pasa, se transforma; cuando viene el dolor, se sufre, pero sin frustración, pues todo pasa y de otra forma no se emerge del dolor.<br />
<br />
<br />
Tal vez debí decirle:<br />
- ¡Qué afortunado eres! ¡Disfruta del globo! <br />
Y haber acompañado sus lágrimas cuando se hubiese escapado. <br />
O bien:<br />
- ¡Suéltalo! ¡Deja que vuele!<br />
Y hacerle ver que hay cosas que pertenecen a su lugar y es en su lugar donde su belleza es más simple y más verdadera.<br />
Gemitahttp://www.blogger.com/profile/07116767702838220642noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-35291120.post-90347376040898970882015-06-18T16:14:00.002+01:002015-06-18T16:15:43.955+01:00Lo que tienen en común las rosas y las caracolas"En los jardines de Francia se ven rosas muy bellas que, cuando descarga la tormenta, quedan empapadas de agua sin haber perdido una hoja ni desarrugado un pétalo. La lluvia resbala por ellas en forma de gruesas perlas que no consiguen penetrar hasta el corazón más que poco a poco, muy lentamente." (Los perros y los lobos, de Irene Nemirovsky)<br />
<br />
Así ocurre con algunas personas. Son impenetrables. El corazón les suena como una caracola, como si el mar estuviese encerrado dentro. Como si la circulación sanguínea tuviese el ritmo de las mareas. Como si las olas se tragasen las huellas de la vida al instante. Solo lentamente el agua se filtra por el escudo que forma la concha. Y deja escapar alguna lágrima.<br />
<br />
Gemitahttp://www.blogger.com/profile/07116767702838220642noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-35291120.post-37500166969016750872015-04-09T08:00:00.004+01:002015-04-09T08:04:01.864+01:00Lo que aprendí en 2014 (II)Que aprender a veces es desaprender.<br />
Que el camino más difícil es el camino hacia uno mismo.Gemitahttp://www.blogger.com/profile/07116767702838220642noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-35291120.post-30733051037758061472015-02-11T07:42:00.003+00:002015-02-11T07:42:58.971+00:00Ve donde él te lleveUn guerrero de la luz me dijo hace muy poco que los caminos son muchos, que hay decenas de posibilidades, y que cualquiera de ellos será el apropiado si elijo con el corazón, si miro hacia dentro.<br />
Esto me recuerda a cuando era niña, a las palabras que cerraban la historia de un libro que leí. A veces, solo a veces, en los libros encontramos las respuestas y otras veces son los personajes de nuestra historia los que nos hablan en voz baja. <br />
<br />
"Cada vez que te sientas extraviada, confusa, piensa en los árboles, recuerda su manera de crecer. Recuerda que un árbol de gran copa y pocas raíces es derribado por la primera ráfaga de viento, en tanto que un árbol con muchas raíces y poca copa a duras penas deja circular la savia. Raíces y copa han de tener la misma medida, has de estar en las cosas y sobre ellas: sólo así podrás ofrecer sombra y reparo, sólo así al llegar la estación apropiada podrás cubrirte de flores y de frutos. Y luego, cuando ante ti se abran muchos caminos y no sepas cuál recorrer, no te metas en uno cualquiera al azar: siéntate y aguarda. Respira con la confiada profundidad que respiraste el día que viniste al mundo, sin permitir que nada te distraiga: aguarda y aguarda más aun. Quédate quieta, en silencio, y escucha a tu corazón. Y cuando te hable, levántate y ve donde él te lleve."Gemitahttp://www.blogger.com/profile/07116767702838220642noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-35291120.post-56509322987852370412015-02-02T08:03:00.000+00:002015-02-02T08:08:36.201+00:00La caja de PandoraVoy a guardar en un cajón las palabras vacías, las mentiras y las medias verdades, las razones sinrazón. Y luego le dedicaré las palabras más dulces a las plantas del alféizar de mi ventana.<br />
Voy a encerrar en un cajón la arrogancia, el egoísmo, la intolerancia, el autoritarismo, la ignorancia. Y luego le daré la mano a un niño con ojos inocentes y nuevos.<br />
Voy a esconder en un cajón la vergüenza, la inseguridad, la impaciencia, el miedo. Y luego haré funambulismo sobre una fina cuerda sin red con la mirada de frente. <br />
Voy a abrir cajones de esperanza, que se escape toda por las rendijas de la persiana, y que se empapen las sábanas de vida.<br />
Voy a abrir cajones de luz para que se vayan las sombras del dormitorio.Gemitahttp://www.blogger.com/profile/07116767702838220642noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-35291120.post-18568499089970877752015-01-09T16:21:00.002+00:002015-01-09T16:24:33.645+00:00¿De dónde vienen los fados?Amor, celos, ceniza y fuego, dolor y pecado; todo esto existe; todo esto es triste; todo esto es fado (A.Rodrigues)<br />
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Visitar Lisboa es llenar las pupilas de una luz intensa a la mañana que luego se transforma en el iris de unos ojos melancólicos al entrar en cualquier tasca y escuchar un fado. Las voces de los lisboetas te envuelven y se mueven en el pecho, oprimiendo el esternón, como queriendo salir en una explosión de lágrimas. <br />
Probablemente tanta pena tenga que ver con su historia, con la triste historia de un terremoto que segó la vida de casi la mitad de la población, las décadas de la dictadura salazarista, los incendios que destruyeron en varias ocasiones edificios emblemáticos de la ciudad y la oscura actuación de la Inquisición que condenó a miles de judíos a la muerte. <br />
O tal vez sea mucho más sencillo y los fados nacieron en el vaivén de las barcas de los pescadores, en los pasos rítmicos de los africanos de las colonias o en ese sentimiento contradictorio y tan humano que oscila entre el amor y el sufrimiento. No hay nada más antiguo ni tema más fructífero en la literatura que los amores imposibles.<br />
<br />
De la historia de Lisboa, sin embargo, siempre me fascinó mucho más un anécdota que, lejos del amor imposible más terrenal, está relacionado con la pasión por la vida y por los ideales, aquel instante en que una camarera colocó un clavel en el arma de un soldado para poner fin a casi cincuenta años de represión, mientras en todos los transistores del país se escuchaba <a href="https://www.youtube.com/watch?v=mb9YCeQ1CCA"><i>Grandola, Vila Morena</i></a>. Con razón Saramago decía que la única forma de vencer a la muerte es el amor.<br />
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Gemitahttp://www.blogger.com/profile/07116767702838220642noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-35291120.post-873322742166406302014-12-02T08:31:00.002+00:002014-12-02T11:07:09.379+00:00Ojos de tortugaARDIENTE<br />
¿Quieres soplarme en este ojo? -me dijo ella-. Algo se me metió en él que me molesta.<br />
Le soplé en el ojo y vi su pupila encenderse como una brasa que acechara entre cenizas.<br />
<br />
(José de la Colina)<br />
<br />
De vez en cuando tienes los ojos ardientes, queman, y otras veces. Otras, los llevas tan húmedos de tristeza que las mariposas se alimentan de tus lágrimas de tortuga. <br />
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<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEKybQ8n8pLSA5-HHlPoZGmG0c7rg4vKHQhUcLCOeCCTZvbLn8t0YlYg05neNu1B6scQ39U4dMnu6LTD4ENPwfG9BrJo7UXww76RAaIGFIVuOFX5HTDw8yzgTCCYGMXqSuSZUUcQ/s1600/tortugas.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEKybQ8n8pLSA5-HHlPoZGmG0c7rg4vKHQhUcLCOeCCTZvbLn8t0YlYg05neNu1B6scQ39U4dMnu6LTD4ENPwfG9BrJo7UXww76RAaIGFIVuOFX5HTDw8yzgTCCYGMXqSuSZUUcQ/s320/tortugas.jpg" /></a></div><br />
(Para conseguir su dosis de sodio, hay mariposas en la selva tropical del Amazonas que se acercan a las tortugas que lloran y beben sus lágrimas).<br />
Gemitahttp://www.blogger.com/profile/07116767702838220642noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-35291120.post-66122469799934746182014-11-20T08:17:00.001+00:002014-11-20T08:17:38.458+00:00Venecia con jersey de rayas<br />
Existen dos Venecias. O más. La Venecia de día está llena de máscaras, de helados, de color, de sombreros, de gritos y de turistas. Y la Venecia de noche es, sin embargo, una trampa mortal, laberíntica, una luz intensa anaranjada y callejuelas estrechas, fachadas desconchadas y ventanas sin macetas, casi puedes imaginarte los crímenes y las traiciones que aquí se han perpetrado. <br />
En las lindes de estas dos Venecias está mi favorita. La del atardecer. Cuando cesa el murmullo y empiezan a sonar los violines en los restaurantes. Cuando sueñas con la Venecia principesca, junto al Gran Canal, una Venecia de fiestas y balcones. La que siempre ha inspirado a los artistas. La que mi madre describía cuando yo era niña. <br />
Descubres entonces la verdadera Venecia en los ojos de quien la mira. Las góndolas y los palacios se reflejan en las pupilas encendidas de los enamorados que aún deambulan por las calles. Los secretos se leen en las pestañas de los solitarios que se sientan a leer un libro a última hora en el Café Florián. Los siglos de historia, y de historias, entran por las venas y te llenan de una humedad cálida y melancólica. La paleta de colores de Canaletto hace desaparecer en sus pinceladas a los transeúntes de la Piazza San Marco. Como si fueran siluetas de un cuadro.<br />
Si todos tenemos una ciudad, Venecia no es la mía. Y sin embargo. <br />
Todos los amantes del mundo vienen a Venecia. <br />
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A mí el sabor del café me sigue pareciendo amargo.Gemitahttp://www.blogger.com/profile/07116767702838220642noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-35291120.post-65446080864415917822014-11-14T08:10:00.000+00:002014-11-14T15:15:08.983+00:00Lo que aprendí en 2014 (I)Con el tiempo y la experiencia, aprendí...<br />
<br />
- que lo importante en el viaje es ESTAR, llenarse los pulmones de atmósferas distintas, digerir lentamente los lugares, observar como un niño<br />
- que no pueden establecerse juicios de las personas, que cada quien libra su propia batalla <br />
- que en la medida en que alguien busca conflicto, es que tiene un conflicto consigo mismo<br />
- que muchas veces no vemos las cosas como son, sino como nosotros somos y como consecuencia, las subjetivamos<br />
- que no podemos etiquetarlo todo, que nada es bueno o malo, solo ES<br />
- que los rótulos únicamente entorpecen la experiencia, que suponen ideas preconcebidas que nos arman con escudos defensivos, que nada sucede exactamente igual dos veces<br />
- que la única persona con la que uno debe compararse es con la persona que era ayer, y que lo más difícil, pero lo más importante, es perdonarse a sí mismo<br />
- que no perdemos a las personas, porque nadie nos pertenece, que solo compartimos parte del camino<br />
- que estamos hechos de contrarios, que dentro contenemos multitudes<br />
- que no hay elecciones de vida mejores o peores, que no hay una única versión de los hechos ni una única verdadGemitahttp://www.blogger.com/profile/07116767702838220642noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-35291120.post-36815750546352015202014-10-13T08:46:00.000+01:002014-10-13T12:12:39.804+01:00Oh Canadá"En América tenemos la tradición de "El gran río de los dos corazones": llevamos nuestras heridas a la naturaleza en busca de algo que las sane, de una cura, una conversión, un bálsamo. Tal como sucede en el relato de Hemingway, esto funciona si las heridas no son muy graves." (E. Hoagland)<br />
Llevar sangrando una herida a Canadá no es precisamente la meta de nadie, pero desde luego la naturaleza te salva y te transforma.<br />
Especialmente allí, donde todo es inmenso. Conduciendo por la Columbia Británica no puedes dejar de mirar con los ojos bien abiertos los bosques de coníferas, de un verde intenso, los enormes lagos sin fin, los valles redondeados. Una carretera serpenteante y poco tráfico. Así me imaginaba yo Canadá cuando soñaba de niña en el dormitorio con la linterna debajo de las sábanas y un libro de viajes. Cuando llegas a Squamish y ves el Chief es fácil que te caigas de culo, siempre que no hayas estado antes de frente al Capitán en Yosemite, en cuyo caso dicen que puede parecerte el hermano pequeño. Pero para mí el Chief es imponente, tiene un corazón indígena y preside un pueblo de atmósfera joven y bondadosa. Con unas muffins riquísimas para desayunar :)<br />
Una vez le hablé a alguien del efecto mágico de la luz de la tarde sobre las hojas de los árboles, cuando los rayos dan directamente sobre su superficie y las vuelven luminosas y doradas. La búsqueda de ese instante en el musgo de los troncos de nuestro campamento en Squamish fue uno de mis pequeños placeres allí. Eso. Y hacer saltar piedras planas en el río. Recogerlas con los pies descalzos y el pelo mojado y contar los círculos concéntricos que formaban en el agua. Eso. Y ver cómo una oruga trepaba por su hilo de seda como si fuera un trapecista en medio del camino. Eso. Y sentir el agua fría, helada, cada mañana, cuando me sumergía en una poza del río. Echo de menos todo. Eso. Y los atardeceres al lado del mar. Silbar por el sendero del bosque para ahuyentar a los osos. O al menos ahuyentar el miedo. El sonido de las cuerdas de una guitarra española. La locura. La locura transitoria. Vendarme las manos de esparadrapo para hacer fisuras. Eso y escalar roca de basalto. Dar un abrazo amplio e imposible a un árbol nervudo y viejo, con la corteza quebradiza, en un bosque mágico. Un tejado de cabras. Seguir con la mirada la estela del ferry en el agua del océano. Echo de menos todo. Perderme en los cerezos, despertarme bajo un melocotonero. Eso. Leer sentada sobre el tronco de un árbol caído. Caminar por él como un funambulista sin el peso de la ropa. Atravesar pasillos de espesa maleza. Nadar en un lago de agua de color imposible. Eso. Y todo lo demás. La sensación de estar en un estado salvaje. Y sobre todo, libre. Y la soledad. También echo de menos estar sola. Sin estarlo. Y encontrar ese lugar dentro de mí en el que nadie puede entrar. Y cerrar los ojos tranquilamente, pensando que todo está bien.<br />
Gemitahttp://www.blogger.com/profile/07116767702838220642noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-35291120.post-53978456637173615032014-08-26T18:30:00.001+01:002015-04-21T08:16:04.202+01:00Hacia rutas salvajes"Quiero repetirte los consejos que te di en el sentido de que deberías cambiar radicalmente de estilo de vida y empezar a hacer cosas que antes ni siquiera imaginabas o que nunca te habías atrevido a intentar. Sé audaz. Son demasiadas las personas que se sienten infelices y que no toman la iniciativa de cambiar su situación porque se las ha condicionado para que acepten una vida basada en la estabilidad, las convenciones y el conformismo. Tal vez parezca que todo eso nos proporciona serenidad, pero en realidad no hay nada más perjudicial para el espíritu aventurero del hombre que la idea de un futuro estable. <br />
<br />
El núcleo esencial del alma humana es la pasión por la aventura. La dicha de vivir proviene de nuestros encuentros con experiencias nuevas y de ahí que no hay mayor dicha que vivir con unos horizontes que cambian sin cesar, con un sol que es nuevo y distinto cada día. Si quieres obtener más de la vida, debes renunciar a una existencia segura y monótona. Debes adoptar un estilo de vida donde todo sea provisional y no haya orden, algo que al principio te parecerá enloquecedor. Sin embargo, una vez que te hayas acostumbrado, comprenderás el sentido de una vida semejante y apreciarás su extraordinaria belleza. En pocas palabras, deja Salton City y ponte en marcha. Te aseguro que sentirás una gran alegría si lo haces.<br />
<br />
(...) No eches raíces, no te establezcas. Cambia a menudo de lugar, lleva una vida nómada, renueva cada día tus expectativas. (...) Te equivocas si piensas que la dicha procede sólo o en su mayor parte de las relaciones humanas. Dios la ha puesto por doquier. Se encuentra en todas y cada una de las cosas que podemos experimentar. Sólo tenemos que ser valientes, rebelarnos contra nuestro estilo de vida habitual y empezar a vivir al margen de las convenciones.<br />
<br />
Lo que quiero decir es que no necesitas tener a alguien contigo para traer una nueva luz a tu vida. Está ahí fuera, sencillamente, esperando que la agarres, y todo lo que tienes que hacer es el gesto de alcanzarla. Tu único enemigo eres tú mismo y esa terquedad que te impide cambiar las circunstancias en que vives.<br />
<br />
(...) Aprenderás mucho de todo lo que veas y de las personas que conozcas. Lleva una vida austera, no vayas a moteles, prepárate tú mismo la comida. Ten como norma gastar lo menos posible y la satisfacción con que vivirás será mucho mayor. Espero que la próxima vez que nos veamos seas un hombre nuevo y hayas acumulado un sinfín de aventuras y experiencias."<br />
<br />
(Alexander Supertramp)<br />
<br />
Este libro y algunas de mis últimas experiencias me tienen trastornada. La idea de llevar una vida nómada, de no echar raíces, de cambiar sin rumbo buscando la belleza, esa idea romántica de que el hombre se encuentra a sí mismo en la soledad de los bosques, de los desiertos, experimentando su esencia más salvaje. Ese caminar con la única expectativa del próximo amanecer, del próximo auto que te haga un "ride", del próximo lugar que descubrir. Esa certeza de que la soledad es la respuesta, de que las relaciones personales están sobrevaloradas. Ese reproche a las rutinas, a las exigencias del día a día, a las presiones de la sociedad que sólo acaban matando el espíritu del ser humano. Esa vida austera, sin grandes aspavientos, gastando menos, que paradójicamente, te hace sentir que tienes más. <br />
<br />
Todos esos pensamientos no dejan de remover antiguos sueños y antiguos esquemas de la realidad que no son verdad. O que al menos no son la única verdad que tenemos. No dejo de imaginar los cambios, las decisiones que nos harían realmente libres. No dejo de pensar en la aventura. En la rebeldía. En el precio que uno paga por sus elecciones. En las contradicciones que llevamos dentro, tal vez, porque, como decía Withman, somos inmensos. No dejo de acordarme de la niña que fui y de los sueños que atesoraba. De todos los destinos del mundo que imaginaba explorar, de todas las vidas que quería probar, de todos los trotamundos y los aventureros que suponían un referente para mí. Creo que ya lo he dicho alguna vez, que los niños son más auténticos. Tienen ese lado soñador y creativo que les hace vivir fuera de la realidad sin cortapisas e imaginar posibilidades que luego acaba cercenando lo que supuestamente llaman "madurez" o "cordura" cuando se hacen mayores. Y sin embargo, dicen que hay héroes y locos que viven de esta manera, que deciden llamar hogar al mundo y colocar su sofá en el claro de un bosque. Que no encajan con la sociedad, que rompen con esos vínculos. Y me consta que son personas. Personas muy reales, muy cabales, muy humanas, con un vivir creador.<br />
<br />
Cuando te cruzas con una de ellas, cuando compartes con una de esas personas, cuando descubres quiénes son en realidad, cuando te acercas, aunque solo sea a medias, a esa forma de vida, entonces, ya no hay vuelta atrás, estás tocado por lo excepcional, por lo distinto. Y el concepto de "estar vivo" cambia radicalmente. Creo que para siempre. Así que puede que la insatisfacción te acompañe a diario, que no encuentres tu sitio en ninguna parte, que te sientas encerrado en una jaula y puede, por el contrario, que te transformes, también eso puede ocurrir. Y eso no significa que vayas a huir, puede que busques qué es lo que realmente quieres hacer y vayas a por ello, por loco que parezca. Aunque ello te conduzca hacia rutas salvajes.<br />
Gemitahttp://www.blogger.com/profile/07116767702838220642noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-35291120.post-60989615897302626382014-07-03T11:54:00.000+01:002014-07-03T11:57:55.671+01:00Los diez ladrones de tu energíaEn algunos de los templos (wats) que visité en Thailandia había bibliotecas de libre acceso con escrituras budistas. Investigando entre aquellos libritos encontré algunas cosas interesantes. Todos trataban de recordarnos que acciones, intenciones y pensamientos honestos, generosos y amables, pueden traer, según el karma, buena suerte no solo a la persona que los cultiva, sino a quienes le rodean.<br />
<br />
Los diez ladrones de tu energía<br />
<br />
1. Deja ir de tu vida a las personas que solo llegan para compartir quejas, problemas, historias desastrosas y juicios de los demás.<br />
2. Paga tus cuentas a tiempo. Al mismo tiempo cobra a quien te debe o elige dejarlo ir si ya es imposible cobrarlo.<br />
3. Cumple tus promesas. Si no has cumplido alguna, pregúntate por qué tienes resistencia. Siempre puedes cambiar de opinión, re-negociar y ofrecer una alternativa a una promesa no-cumplida, aunque no lo tomes por costumbre. La forma más fácil de evitar el no cumplir con algo es decir NO desde el principio.<br />
4. Elimina en lo posible aquellas tareas que prefieres no hacer y dedica tu tiempo a aquellas con las que sí disfrutas.<br />
5. Date permiso para descansar si lo necesitas y no tengas miedo para actuar si estás en un momento de oportunidad.<br />
6. Tira, recoge y organiza. Nada te toma más energía que un espacio desordenado y lleno de cosas del pasado que ya no necesitas.<br />
7. Da prioridad a tu salud; sin la maquinaria de tu cuerpo trabajando al 100% no puedes hacer mucho. Cuídate.<br />
8. Enfrenta las situaciones tóxicas que estás tolerando, tomando para ello la acción necesaria.<br />
9. Acepta. No es resignación. Nada te toma más energía que el resistir y pelear contra una situación que no puedes cambiar.<br />
10. Perdona. Deja ir una situación que te está causando dolor. Y hazlo en paz.Gemitahttp://www.blogger.com/profile/07116767702838220642noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-35291120.post-28434316897676607882014-05-21T10:59:00.000+01:002014-05-21T11:03:20.232+01:00Colibríes, guerreros y sandías<i>Como si se hubiera tragado un colibrí. Así se sentía la pequeña Frida Kahlo desde que nació. <br />
Hasta la Casa Azul de Coyoacán</i> (donde vivía) <i>llegó el rumor de una costurera que cosía almas a las telas. Y Frida le envió una carta pintada con óleo en el envés del cuadro</i>:<br />
<br />
(yo supongo que quería coserse el alma a su falda mexicana para que no escapara como la sombra de Peter Pan)<br />
<br />
<i>Apreciada hada de los hilos:<br />
le ruego que acepte este cuadrito como presente,<br />
pues no puedo viajar hasta Madrid para hacerle el encargo personalmente.<br />
Hasta mi México llegó su fama y ansio lucir una de sus creaciones.<br />
Mi talla es pequeña, entre la de un monito titi y la de una tomatera. <br />
¿Hará usted el favor de hacerme sentir que vuelo?</i><br />
<br />
(Tu corazón en un cofre; Mercé López, Rebeca Beltrán)<br />
<br />
Y así es como a Frida le crecieron las alas, y ¿pies para qué os quiero?<br />
Hay leyendas nicaragüenses que dicen que los colibríes llevan el alma de un guerrero dentro de sí. Inquieta, ardorosa, valiente. Así era Frida, no sé decir si llevaba dentro un colibrí o un guerrero de la luz. Porque a pesar de las sombras de su historia dibujaba color en todos sus cuadros, selvas y frutas. <br />
<br />
¡Viva la vida! Solía decir. Se comía la vida sin miedo, a grandes bocados. A veces ese espíritu voraz me recuerda un poco a mí. Pero el sabor de la sandía es más dulce si se come de a poquito.<br />
Gemitahttp://www.blogger.com/profile/07116767702838220642noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-35291120.post-87659279993840124052014-05-08T11:21:00.002+01:002014-05-08T11:32:06.307+01:00PrimaveraEl Valle de la Muerte es uno de los lugares más calurosos y secos del planeta y se encuentra a varios cientos de km de Los Ángeles. "Pocas cosas crecen en el Valle de la Muerte, de ahí su nombre. La razón es que allí no llueve mucho. Cerca de cinco centímetros cúbicos al año como término medio. Sin embargo, durante el invierno de 2004-2005 sucedió algo asombroso. Cayeron más de dieciocho centímetros cúbicos de lluvia, algo que hacía generaciones que no pasaba. Luego, en la primavera de 2005, ocurrió algo aún más extraordinario. Flores primaverales cubrieron todo el suelo del valle. Fotógrafos, botánicos y simples turistas recorrieron Estados Unidos para ver este espectáculo admirable, algo que probablemente no volverían a ver. El Valle de la Muerte estaba lleno de brotes nuevos y rebosantes de vida. Al final de la primavera, las flores se marchitaron y volvieron a deslizarse bajo la calurosa tierra del desierto, a la espera de las siguientes lluvias, cuando quisieran volver. Desde luego, lo que esto demostró fue que el Valle de la Muerte no estaba muerto. Estaba dormido. Solo estaba esperando las condiciones de crecimiento adecuadas. Cuando estas llegaron, la vida regresó al corazón del valle. Lo mismo sucede con los seres humanos". (El Elemento, Ken Robinson)<br />
<br />
Lo mismo sucede con los seres humanos. <br />
A veces estamos aletargados. Y mojarnos con la lluvia puede ser la mejor medicina para volver a nacer. <br />
A veces olvidamos cuáles son nuestras mejores capacidades. Y perdemos la oportunidad de apasionarnos con ellas.<br />
A veces estamos aletargados. La vida nos pasa por delante y el tiempo se nos escurre entre los dedos. Cuando corre pura vida por nuestras venas.<br />
A veces nos cuesta vivir sin miedo, sin reservas, abrir las ventanas para que entre aire fresco, dejar fluir.<br />
<br />
Mi abuela, de noventa y dos años, se quejaba el pasado verano de ver pasar el tiempo sentada en un banco de la residencia de ancianos. - - Ay, hija, veo pasar muy rápido los años y yo estoy quieta. <br />
Después de decir esto, se mordió los labios con la dentadura superior y casi se echa a llorar. <br />
<br />
Y sin embargo, cuando me ve llegar, cuando le doy un beso, cuando le cuento todas mis anécdotas, le hablo de mis viajes, de mis sueños, cuando me ve feliz y también cuando me ve decepcionada, cuando intuye que vivo intensamente, aunque tropiece, como ella lo hizo, a veces, entonces, encuentro una chispa en sus ojos que me recuerda la fortaleza de las mujeres de mi familia. Podrán cortar todas las flores e incluso ponerse mustias... pero nunca nunca detendrán la primavera que hay en mí. Porque es invencible. <br />
<br />
Gemitahttp://www.blogger.com/profile/07116767702838220642noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-35291120.post-84031429697076558962014-04-07T08:30:00.001+01:002014-04-07T11:45:29.412+01:00Génesis, de Sebastiao Salgado<br />
Anoche mi habitación se llenó de albatros, pingüinos y yakarés. Hacía un frío glacial y la sombra del Chaltén se veía por la ventana. Cerraba los ojos y las imágenes de las fotografías de Sebastiao Salgado cobraban vida. Escuchaba el rumor del Amazonas y el silencio del Gran Cañón. Crecía un baobab junto a la puerta. Un jaguar me miraba amenazante desde el otro lado de la habitación. Y el cielo estaba lleno de los ojos amarillos de los cocodrilos, como luciérnagas. Un África ancestral de antiguos ritos y color rojizo. Fuego. Los confines del mundo, la Patagonia, mi Patagonia, el Cerro Torre, las ballenas en la península de Valdés. El agua. El hielo. El Perito Moreno y la boca abierta de un niño observando una fotografía. Las Tierras del norte. El aire. Brasil y el Amazonas, el Pantanal en la frontera con Bolivia. Tierra. Una tortuga gigante de Galápagos, como la vieja Morla, mirando al objetivo. Un isla imposible con forma de seta en Madagascar, como uno de los planetas del universo del Principito. Ocho años recorriendo el mundo. Buscando el origen. Aire. Desiertos, selvas y océanos. El trance de un baile chamánico en el calor del continente africano. El fotógrafo brasileño consigue llevarnos a los lugares más recónditos del planeta, nos cuenta un viaje interior en blanco y negro con reflejos de agua y ojos limpios. Los ojos de los niños y de las mujeres de las tribus donde la vida se abre paso sin más razones. Arrugas en los rostros de los ancianos y chamanes, llenas de sabiduría. Es imposible entender esta exposición si uno no se aleja de prejuicios y mira con la curiosidad de un niño y es posible que después de descubrirla uno se plantee qué estamos haciendo con nuestro planeta. Cuántos recursos quedan y cuántos estamos dispuestos a desgastar. Cuánto Amazonas hay de reserva para nuestros excesos. Que los árboles y los ríos y la tierra no nos pertenecen es algo que aún tenemos que aprender. Stevenson decía que no pedía otra cosa sino el cielo sobre su cabeza y un camino bajo sus pies. Eso debió de pensar Salgado al iniciar esta aventura. Pero consiguió además contarnos la historia del génesis sin mitos ni mentiras. Captó con su objetivo paisajes impresionantes. Y llenó su mochila de ojos para mostrarnos el mundo a los que soñamos. <br />
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Gemitahttp://www.blogger.com/profile/07116767702838220642noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-35291120.post-91765372485694613472014-03-26T11:29:00.001+00:002014-03-26T13:00:47.522+00:00Mi alma no tiene ni una sola canaMi alma no tiene ni una sola cana, decía Maiakovski. Y así es como lo siento. Mi alma no tiene ni una sola cana. Más bien sigue cometiendo torpezas de niña. Se sigue asustando por la noche. Sigue jugueteando con el viento de vez en cuando. Mi alma no tiene ni una sola cana. Yo cuento algunas en mi pelo, delante del espejo. Pero las dejo ahí, no me preocupan, son la evidencia de que he vivido. Mi alma no tiene ni una sola cana. Tal vez llegan los 33, y se lee igual al derechas y al revés. Pero el tiempo no se mide en años. O no debería. Arrancaría el calendario de la pared de la clase. Y saltaría por la ventana para salir volando. Porque mi alma no tiene ni una sola cana. Porque los sueños no caducan. Y solo pienso en vivir cada segundo.Gemitahttp://www.blogger.com/profile/07116767702838220642noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-35291120.post-31119256163726377312013-12-02T19:27:00.003+00:002013-12-02T19:27:49.102+00:00Paciencia<i>"Desde niño comenzó a dedicarse a la búsqueda de la realidad. Viajó sin descanso, recibió enseñanzas de numerosos maestros, demostró una tenacidad extraordinaria en sus prácticas espirituales pero, no sabiéndose cerca de la iluminación, decidió subirse a lo más alto de un edificio en ruinas y ponerse a meditar pacientemente hasta hallar la liberación definitiva. Se negaría a abandonar vivo el edificio hasta conseguirla. Y pasó el tiempo. Sentado en meditación pasaban los meses, día tras día, noche tras noche. Al no sentirse de esta manera más cerca de la iluminación, el hombre decidió poner fin a su vida. ¿De nada le había servido la infinita paciencia? Se situó al borde del edificio, y ya iba a lanzarse al clarear el día cuando escuchó el canto de un gallo y, de repente, se abrió el ojo de la Sabiduría y obtuvo la iluminación definitiva"</i><br />
<br />
Dice Ramiro Calle que a veces pensamos que la paciencia no nos sirve de nada. Queremos que los acontecimientos sean siempre tal y como nosotros imaginamos y que se cristalicen de inmediato. Nos impacientamos y así nos angustiamos, desesperamos y desfallecemos. Pero la paciencia, sigue diciendo, tiene su propia energía y su propia sabiduría. De momento nos sirve para comenzar a descubrir las impulsivas tendencias del ego. Anhelamos con ansiedad que nuestros planes se cumplan en seguida, sin darnos cuenta de que nadie es tan importante para que toda la naturaleza se ponga de acuerdo, con sus leyes y condiciones, para complacer sistemáticamente a esa persona y para que sus planes se den con matemática precisión. Esa es una expectativa infantil, pues, como sabemos, el niño se encapricha frenéticamente con las cosas y dejan de interesarle cuando dispone de ellas. <br />
Por eso hay que trabajar en la meditación y en la paciencia. Y tener ecuanimidad con lo que nos rodea e incluso con nosotros mismos, con nuestra falta de ecuanimidad.<br />
Es mejor actuar sin negociar, sin expectativas, sin ilusiones que nos provoquen ansia. Actuar sin desesperar, dar un paso tras otro y descubrir que el camino ya es la meta, que cada paso es la cima. Y no anticipar ni lo bueno ni lo malo, sino aceptar lo que va viniendo.<br />
<br />
Me encanta la sencillez de este cuento, cómo ilustra que la frustración se puede enfrentar con paciencia y equilibrio. E inevitablemente me recuerda al mismo tiempo este otro cuento de García Márquez. <br />
<br />
<i>...el drama del desencantado que se arrojó a la calle desde el décimo piso, y a medida que caía iba viendo a través de las ventanas la intimidad de sus vecinos, las pequeñas tragedias domésticas, los amores furtivos, los breves instantes de felicidad, cuyas noticias no habían llegado nunca hasta la escalera común, de modo que en el instante de reventarse contra el pavimento de la calle había cambiado por completo su concepción del mundo, y había llegado a la conclusión de que aquella vida que abandonaba para siempre por la puerta falsa valía la pena de ser vivida.</i>Gemitahttp://www.blogger.com/profile/07116767702838220642noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-35291120.post-61656772718056082302013-11-27T19:27:00.002+00:002013-11-27T19:29:04.460+00:00Guerreros de la luzUna vez alguien me dijo que todos somos guerreros de la luz, que no hay maestros, que todos estamos en el camino. Recuerdo que le regalé un manual, el manual del guerrero. Y que lo abrí al azar, como me gusta hacer a veces con los libros, para ver qué suerte de historia me esperaba en aquella página. <br />
<br />
"Un guerrero de la luz sabe que ciertos momentos se repiten. <br />
Con frecuencia se ve ante los mismos problemas y situaciones que ya había afrontado y entonces se deprime, pensando que es incapaz de progresar en la vida, ya que los momentos difíciles reaparecen. <br />
-¡Ya pasé por esto!, se queja él a su corazón. <br />
- Realmente tú ya lo pasaste -responde el corazón- pero no lo sobrepasaste.<br />
El guerrero entonces comprende que las experiencias repetidas tienen una única finalidad; enseñarle lo que no quiere aprender"<br />
<br />
Las circunstancias no siempre son favorables en la guerra, se pierden algunas batallas, pero el guerrero nunca es el mismo. Con el tiempo, sentirá que vive la vida sin miedo y con agradecimiento, y esa será la mayor de sus victorias.<br />
<br />
Aquella tarde no lo comprendí y me aferré muy fuerte. Pero ahora, ya no siento miedo.Gemitahttp://www.blogger.com/profile/07116767702838220642noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-35291120.post-45948077454587577462013-10-23T19:10:00.001+01:002013-10-23T19:30:19.726+01:00InfanciaHace unos días me nació un bonito recuerdo de cuando era niña. Aquellas tardes de domingo con el cassete. Algo se muere en el alma. Yo con aquel vestido flamenco. Y una voz. La de mi madre. Ella tenía una voz. <br />
Hace unos días las cuerdas de una guitarra me devolvieron ese recuerdo. Y se abrió la caja de Pandora y ahora no puedo dejar de acordarme de los pantalones de pana grises de mi bisabuelo y su biblioteca de libros "pulga". <br />
Uno es dueño de lo que calla y esclavo de lo que dice. Así que no contaré todos mis recuerdos.Dejaré que algunos jueguen con el viento y que otros los ahogue la lluvia de los últimos días. Y me guardaré los nombres. <br />
Mencionaré a los Goonies, las manos encalladas, los paseos por el monte, las verbenas de San Juan, las noches de verano jugando al "escondite", pisarle la cola a las lagartijas, los bocadillos de embutido en el escondrijo de la alcantarilla, las casas de cartón, coronar el Everest, las Montañas del Gato Montés (simples montículos de arena), ser enfermera de guerra, las gymkanas del colegio, el primer baile con aquel chico con gafas de Harry Potter, los dibujos de concurso colgados en la pared, un premio de cuentos, mariposas en el estómago en la plaza de la Libertad, un beso detrás de la tapia y aquel niño a quien jamás volví a ver, mamá mirando por la ventana mientras yo iba al colegio comiendo el postre, siempre tarde, enfadarme con mi abuelo cuando me decía que parecía una reina, con lo poco que me gustaban, tan rígidas, tan encorsetadas, tan viejas, ser nombrada caballero de la Tabla Cuadrada con una espada de madera. <br />
Y recuerdo la inocencia, sobre todo la inocencia. Creer que todo era posible. Querer volar y llevarme puntos en la barbilla. Saltar en paracaídas, sin paracaídas, y romperme la nariz. Y no tener miedo. A nada.<br />
Cuando llega el tiempo en que algunas cosas se van viendo poco posibles y tu cerebro ha grabado las caídas y los golpes, recuerdas esa inocencia. Y la espontaneidad. Y duele no poder borrar algunos aprendizajes para tener el valor de lanzarse al vacío. Y dejarse llevar.<br />
Gemitahttp://www.blogger.com/profile/07116767702838220642noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-35291120.post-24774239250899261652013-10-18T07:58:00.000+01:002013-10-23T19:10:44.321+01:00MAITIA(Hace mucho, muchísimo tiempo que empecé a escribir este cuento).<br />
<br />
<i>Yo sé que existo porque tú me imaginas.<br />
Soy alto porque tú me crees alto, y limpio porque tú me miras <br />
con buenos ojos, con mirada limpia.<br />
Tu pensamiento me hace inteligente,<br />
y en tu sencilla ternura, yo soy también sencillo y bondadoso.<br />
(Ángel González)</i><br />
<br />
Fue entonces cuando me lo dijo.<br />
Yo me eché sobre el suelo, sobre la hierba, y él me explicó que si me quedaba en silencio, muy en silencio, y pegaba mi cuerpo a la tierra, escucharía el latido del mundo.<br />
Le veía apenas en la penumbra. Reposando a mi lado. El cielo había estado cubierto todo el día y caía una ligera llovizna. Hacía frío, pero el calor de la tierra inundaba mi cuerpo. Yo debía de tener el pelo enmarañado por la humedad, ojeras del cansancio, la cara colorada de correr como una loca. Llevábamos días, semanas sin dormir. No podía contarlo.<br />
Además no había metido el chubasquero en la mochila y el suyo, el que me había prestado, me caía sobre los hombros y se hinchaba con el viento.<br />
Pero fue entonces cuando me lo dijo.<br />
Tuve que hacer un esfuerzo para memorizar los sonidos de una lengua que no me pertenecía.<br />
Recuerdo que bajó la cabeza al terminar la frase, con aire de abatimiento, como si las palabras le hubieran vencido.<br />
Y le abracé por detrás, apoyando la barbilla en su hombro.<br />
Habíamos estado paseando por el bosque. Yo iba tarareando un mantra que aprendí en uno de mis viajes. Él caminaba solo, unos metros por delante de mí, hablándole a los árboles de cuando era niño. Pero fue atardeciendo y la oscuridad nos regaló un abrigo para el delirio. Nos miramos. Nos besamos. Perseguimos luciérnagas. Hablábamos en susurros. Nos escondimos de las pisadas de otros. <br />
Llegamos al claro del bosque jadeando y riendo como unos niños.<br />
Y fue entonces cuando me lo dijo. Junto a aquel enorme árbol solitario, que tanto atrajo mi atención.<br />
Me había echado sobre el suelo, sobre la hierba, para escuchar el latido de la tierra. El de él. Y el mío. Como cuando tratas de adivinar a qué torrente pertenece el ruido del agua de varias cascadas de una misma pared de roca. <br />
<br />
La última vez que lo vi tenía una mano levantada en ademán de despedirse y la gente corría a su alrededor con maletas y mochilas. Se escuchó una voz en la megafonía que indicaba la salida de mi tren, subí al vagón y lo vi a través de la ventanilla darse la vuelta y desaparecer dentro de la estación. <br />
No volví a escuchar nunca esa voz en el camino, cuando me demoraba persiguiendo algún insecto o atándome los cordones de las botas de montaña.<br />
No volví a correr ladera abajo sin control para caer en los brazos de nadie. <br />
No volví a acariciar el tronco soberbio, nervudo y áspero de aquel árbol que gritaba los nombres de los que no existen.<br />
A veces me pregunto si eran de verdad aquellas manos. Si sus ojos no eran solo ríos de luz. <br />
Con el tiempo los rostros se acaban borrando y construimos a las personas de nuestro pasado con un pincel impreciso y de trazos frágiles.<br />
No recuerdo ya las palabras exactas. Nunca llegué tampoco a comprenderlas.<br />
<br />
- Ez gara benetakoak, maitia -le dije a Vera- Zuk irudikatzen nauzulako naiz bakarrik.<br />
Y supe entonces que lo mejor sería irme de su lado. <br />
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Gemitahttp://www.blogger.com/profile/07116767702838220642noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-35291120.post-68469796605119652572013-08-27T15:45:00.002+01:002013-08-28T08:36:22.970+01:00Pequeños placeresA veces observamos las cosas triviales con un extraño interés. Vivimos las cosas con una extraña emotividad. Oscar Wilde decía que eso ocurre "cuando las cosas importantes nos asustan, o cuando nos agita una emoción nueva para la que no podemos encontrar expresión, o cuando una idea que nos aterra asedia de repente nuestro cerebro y exige nuestra rendición". No sé hasta qué punto tenía razón. Al fin y al cabo era un romántico, en el pleno sentido de la palabra. Pero en la naturaleza, en la montaña, a veces llenamos el pensamiento de pequeñas cosas. Y puede que no escondan nada más que el placer de ese instante.<br />
<br />
La sensación al llegar a la cima y estar tan cerca de las nubes.<br />
El silencio alrededor.<br />
Ir descubriendo nuevas vistas en la trepada.<br />
Correr ladera abajo sin control.<br />
Ver a la gente paseando como hormiguitas por el camino.<br />
El viento azotando alrededor que entra en los ojos y te hace lloriquear.<br />
Perderte con la vista en el horizonte de valles y montañas. Verde. Roca. Nieve.<br />
Sentir cómo cuando se pasa el cansancio, te llenas de una energía nueva.<br />
Tomar agua fresca cuando te falta el aliento.<br />
Quitarte las botas, al llegar abajo.<br />
Saber que tus pisadas llevan hacia alguna parte, que no van sin rumbo.<br />
Encontrar el apoyo que te ayuda a seguir ascendiendo.<br />
El olor a pino, a humedad, a tierra mojada.<br />
La mariposa que se acerca volando.<br />
Una edelweis.<br />
Pisar en otoño las hojas secas y escuchar cómo crujen.<br />
Sentarte en la pradera después de caer el rocío y mojarte los pantalones.<br />
<br />
Mirar.<br />
Cansarte de mirar. <br />
Cansarte.<br />
Seguir con el cansancio a cuestas.<br />
Sentirte vivo.<br />
<br />
Vivir respirando bocanadas de aire de a poquito.<br />
Respirar.Gemitahttp://www.blogger.com/profile/07116767702838220642noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-35291120.post-82675259646894306102013-08-22T17:39:00.003+01:002013-08-22T17:44:42.655+01:00No puedo retener tus olas, le dice la orilla al mar<br />
Deja entonces que yo retenga en mi corazón tus pisadas (R. Tagore)<br />
<br />
La playa. <br />
Alguien me dijo una vez que en lugares como este, con el horizonte de océano tan claro en el fondo de tu retina, se puede descubrir la redondez del planeta. Siempre que voy a la playa achino los ojos y arrugo la nariz buscando ver una línea curva en el horizonte. Y luego, después de fracasar en el intento, me dejo llevar por los pequeños placeres. <br />
<br />
Sentir los pies hundiéndose en la arena al caminar por la orilla y observar cómo la ola que se acerca borra las huellas que dejé atrás. <br />
Aspirar el olor a mar, a agua salada. <br />
Mirar los destellos de luz que deja la espuma en la arena cuando la ola se va. <br />
Notar el fresquito en los pies al primer contacto con el agua y el contraste del calor del sol en los hombros.<br />
Correr con la ola hacia la orilla. Y correr contra las olas mar adentro.<br />
Escuchar el ruido del agua.<br />
Dibujar en la arena con los dedos de los pies.<br />
Hundirme debajo de una ola. De una ola grande que asusta cuando la veo llegar.<br />
Dejarme mojar por la lluvia en la playa vacía.<br />
Tocar la brisa llena de arena pegándose a mi piel.<br />
<br />
Soñar con los ojos abiertos.<br />
<br />
Siempre que voy a lugares de mar recuerdo la frase de Tagore. Y pienso. A veces no es posible retener los recuerdos con plena conciencia y entonces, solo queda hundirse en ellos.Gemitahttp://www.blogger.com/profile/07116767702838220642noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-35291120.post-25291333942567348892013-06-07T08:37:00.002+01:002013-06-07T15:29:20.647+01:00Curriculum vitaeEl año pasado, leí un artículo en el Himalayan Times el último día que pasé en Katmandú. Me había estado preguntado qué mierda decía de mí mi curriculum, qué pocas cosas reflejaba de lo que soy.<br />
"There will be hundreds of people out with your same degree; there will be thousands of people doing what you do for a living. But you will be the only person alive who has the sole custody of your life. Not just your life at a desk,or your life on a bus, or in a car, or at the computer. Not just the life of your mind, but the life of your heart. Not just your bank account, but your soul" <br />
"Not just the life of your desk". Ciertamente es eso lo que quiere reflejar un curriculum. Una vida de aprendizajes de escritorio. Solo un papel. Que no dice nada del olor del champú que usas cada mañana. De cómo afrontas los pequeños obstáculos cotidianos. De lo que significa tu media sonrisa. De cuál es el tono de tu voz. Del camino que sigues. Y si vas de puntillas. De las palabras que guardas. Del número de veces que respiras para tranquilizarte en una situación de estrés. De cuál es tu canción preferida. De cómo duermes, si en el larguero de la cama o con la cabeza en los pies. De cuándo suspiras. De qué te hace reír hasta que te duele la barriga. De qué te gusta ver cuando abres la cortina de tu dormitorio. Del color de tus sueños. De cómo te gusta hacer las cosas. Si con pasión o con extremada diligencia. Si dejas abierta la puerta de tu despacho. Y de tu corazón.<br />
"People don´t talk about the soul very much anymore. It´s so much easier to write a resume than to craft a spirit. Don´t ever confuse your life and your work. The second is only part of the first" <br />
Agarrar el espirítu, congelarlo. <br />
"Get a life in which you are not alone. Find people you love, and who love you. And remember that love is not leisure, it is work. Each time you look at your diploma, remember you are still a student, still learning how to best treasure your connection to others (...) Get a life in which you are generous. Look around at the azaleas in the neighbourhood where you grew up; look at the full moon hanging silver in a black, black sky on a cold night. And realise that life is the best thing ever, and that you have no business taking it for granted. Show up. Listen. Try to laugh. Learn to love the journey, not the destination. Just keep your eyes and ears open".<br />
En un mundo en el que los resultados son siempre lo que cuenta, a veces nos olvidamos de observar, de disfrutar el viaje, de mirar por la ventanilla del tren para descubrir los árboles, las montañas, el sol que se levanta. Habría que sonreír más. Yo, que trabajo en un colegio, trato de recordarme todos los días que escuchar, contener, sonreír, abrazar, comprender, aprender de los chicos y estar es lo más importante. Más importante que una evaluación positiva a final de curso.<br />
Y de eso, de los momentos que capturamos con la observación. De las lecciones que aprendemos cada día. De las sonrisas que compartimos. De las confidencias. De eso, no habla ningún curriculum vitae.<br />
<br />
<br />
Gemitahttp://www.blogger.com/profile/07116767702838220642noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-35291120.post-84142686429981504582013-05-17T08:19:00.002+01:002013-05-17T08:22:30.808+01:00Estamos hechos de mil otrosEs difícil reconocernos debajo de los disfraces cotidianos. Difícil separar lo que heredamos de nuestros padres. Deshacernos de esos patrones aprendidos de niños. Y de esos patrones adquiridos más tarde, cuando nos hicieron daño. Resulta que, al final, somos una cosa y la otra. Según el interruptor activado para la ocasión. <br />
"Estamos hechos de mil otros. La ilusión es el yo que pretende ser uno.", leí hace tiempo en una exposición de retratos. Y nuestro retrato puede cambiar de la ira a la dulzura y de la reflexión a la payasada, de la humildad al gélido orgullo, de la superficialidad a la sensibilidad más profunda. <br />
Pero ¿quiénes somos en realidad? Somos las palabras que decimos o las que escribimos, los actos que realizamos o los que dejamos por hacer, el rostro que mostramos o el que se refleja en el espejo.<br />
Estamos hechos de mil otros. Aprendemos patrones de conducta. Adoptamos las estrategias de otros. Nos pintamos la cara a la mañana. A veces, el bigote, la aflicción, la risa. Y salimos a este caos que es la vida y que no adivinamos que traerá consigo.<br />
Cirlot, en un poema del ciclo de Bronwyn, decía algo así: yo no sé quién soy, "pero voy a ser lo que tú quieras, <b>solo siendo</b>".<br />
Gemitahttp://www.blogger.com/profile/07116767702838220642noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-35291120.post-13109173150646719272013-04-22T08:08:00.001+01:002013-05-17T08:25:31.327+01:00Katmandú y el silencioHe empezado a leer el libro "Una maestra en Katmandú" y en las primeras páginas ya refleja exactamente lo que yo sentí en Nepal, donde a pesar de toda la miseria, de todo el caos y de la suciedad, es posible sentir una enorme tranquilidad, encontrar una extraña paz.<br />
"Nunca antes había visto tanta miseria junta" dice Victoria Subirana "aquella gente malviviendo en el barro, mirándome desde su suciedad, (...) La miseria penetró en mí como si se tratara de una segunda piel. Pero, de repente, cuando a la mañana siguiente me encontré otra vez frente a la gran estupa, y vi a los tibetanos dando vueltas en derredor hacia un camino sin destino, sin fronteras, sentí que, por encima de la miseria, se respiraba una paz sin límites; nunca antes, en ningún lugar del mundo me había sentido mejor" <br />
Cuando pienso en esa sensación en Nepal, recuerdo aquella tarde en Patan, en Durbar Square. El camino hasta la plaza, los talleres de carpintería, los porteadores, los niños jugando descalzos, las mujeres recogiendo verdura en los huertos. Una plaza principal antiquísima con la estatua de un rey que se cree sigue vagando por allí, hasta que el pájaro que está posado sobre su cabeza eche a volar. Allí, sentada en la escalinata de uno de los templos, me di cuenta de que nunca dejamos tiempo para ESTAR, simplemente. No dejamos tiempo para asimilar las sensaciones que nos llegan, las imágenes que nos llegan. El ruido que nos rodea y las actividades que nos ocupan nos distraen de nosotros mismos. Allí, sentada en la escalinata de aquel templo, o viendo en la casa de acogida jugar a los niños a la <i>rayuela</i>, después de haberles mostrado cómo hacerlo, incluso los pensamientos desaparecían y, entonces, solo entonces, comprendí lo que supone mirar en silencio. <br />
El último día en Katmandú leí un artículo genial en un periódico local (que reproduciré en una futura entrada). La periodista reconocía haber encontrado a su mejor profesor realizando un reportaje de la dura vida de los "sin techo" en la época invernal. Conoció a este hombre en Coney Island. El hombre era un indigente con problemas de alcoholismo que se sentaba cada día al atardecer en el embarcadero, frente al mar, usando periódicos para combatir el frío. Era allí donde tenía su casa. En aquel rincón. Ella, que solía sentarse con él a charlar, le preguntó en una ocasión por qué. ¿Por qué no iba a uno de los refugios? ¿Por qué no acudía a un hospital para desintoxicarse? Y él únicamente miró al océano y le dijo: "Mira el paisaje. Solo míralo".Gemitahttp://www.blogger.com/profile/07116767702838220642noreply@blogger.com