Últimamente he tenido días grises, azules, amarillos, violetas, verdes... hoy es un día negro. Una está triste y nada más. Lo he notado ya en sueños y me hice la remolona después de levantar la persiana de la habitación. Lo he notado, porque no me apetecía desayunar y pensé que me pasaría la tarde en blanco.
A veces siento que la alegría es como una bombilla, luz artificial que nos pasa factura en días como éste.
Sin embargo, pienso vestirme y salir a la calle después de comer. Fotografiar algún rincón. Tomar algo con Eli y Vagabundha. Tal vez, ir al cine.
No permitiré que estos 1440 segundos que empiezan se queden en 144. O se me escapen de las manos.
Los días rojos, al menos, esos en que, como decía Holly en Desayuno con Diamantes, una tiene miedo sin saber por qué, ya han pasado de largo. O eso creo. Pero, "Los días rojos son terribles... ¿Le ha ocurrido a usted alguna vez?"