Según la mitología maya, Tepeu y Gucumatz, dioses del cielo y de las tempestades respectivamente, creyeron necesario, para preservar su herencia, crear una raza de seres que los adoraran.
Hurakan, el dios del viento, y otros cuatro dioses más los ayudaron en esta tarea. Curiosamente, el número de dioses antepasados en la mitología maya suma 7. El número mágico.
El hombre fue primero creado del fango, pero se deshizo. Más tarde, se creó a partir de la madera, pero este hombre no tenía alma. Finalmente fue creado a partir del maíz y el trabajo fue completado.
Tal vez aún queden hombres de fango, hombres cobardes que se deshacen ante las dificultades, y hombres ambiciosos y sin corazón como muñecos de madera.
Fue a partir de las aguas que Gucumatz (el Quetzalcoatl de los aztecas) creó vida. Es posible que eso explique la atracción que sentimos por el mar.
Y, romanticismos aparte, el cuerpo humano tiene un 75% de agua al nacer y cerca del 60% en la edad adulta, lo que significa que más de la mitad de nuestro organismo está compuesto por agua. ¿Quién dice que los mayas fueran unos salvajes?
Hurakan, el dios del viento, y otros cuatro dioses más los ayudaron en esta tarea. Curiosamente, el número de dioses antepasados en la mitología maya suma 7. El número mágico.
El hombre fue primero creado del fango, pero se deshizo. Más tarde, se creó a partir de la madera, pero este hombre no tenía alma. Finalmente fue creado a partir del maíz y el trabajo fue completado.
Tal vez aún queden hombres de fango, hombres cobardes que se deshacen ante las dificultades, y hombres ambiciosos y sin corazón como muñecos de madera.
Fue a partir de las aguas que Gucumatz (el Quetzalcoatl de los aztecas) creó vida. Es posible que eso explique la atracción que sentimos por el mar.
Y, romanticismos aparte, el cuerpo humano tiene un 75% de agua al nacer y cerca del 60% en la edad adulta, lo que significa que más de la mitad de nuestro organismo está compuesto por agua. ¿Quién dice que los mayas fueran unos salvajes?