Antes de irme a Bolivia, quiero hacer un pequeño regalo a cada uno de los que leeis mi blog, un regalo con palabras, poca cosa.
Este primero va para Vagabunda. Son unos haikus de Victor Botas que sé que le encantarán, por ver lo extraordinario en los instantes más simples.
Sabes que echaré de menos montarme en tu alfombra mágica durante estos meses, cómo te ríes, sentarme en el sofá de tu salón, esa sensibilidad que te hace ver ciertos azares y pequeños detalles que otros no vemos, la audacia, las noches de caña que se alargan hasta el 38, tu luz.
Este primero va para Vagabunda. Son unos haikus de Victor Botas que sé que le encantarán, por ver lo extraordinario en los instantes más simples.
Sabes que echaré de menos montarme en tu alfombra mágica durante estos meses, cómo te ríes, sentarme en el sofá de tu salón, esa sensibilidad que te hace ver ciertos azares y pequeños detalles que otros no vemos, la audacia, las noches de caña que se alargan hasta el 38, tu luz.
Página en blanco
donde tú te deslizas
desnuda y sola.
Ahora, en silencio
mira bien esa noche
que yo te invento.
Cierra los ojos.
Se suelta el pelo. Ríe.
Quiere matarme.