Creo que necesito bajarme un ratito en el andén y dejar que todo lo demás siga rodando ajeno.
Luego ya veré en qué asiento quiero continuar el viaje, si cogeré ventana o pasillo o viajaré de espaldas a la locomotora.
Todo en la vida se dispara, se acelera. Conviene aprender a ser paciente. Tomarse un descanso.