domingo, 8 de julio de 2007

Pequeños regalos XVI


Para mi gente de Comparadas.

Porque no me hubiera cansado de ir a la Universidad gracias a vosotros. Porque el último año y el viaje a Túnez fueron sin duda inolvidables. Porque encontré mi sitio en aquella pequeña clase al fondo del pasillo.

Echo de menos los comentarios sarcásticos de Pablo. Toda esa fuerza que tiene. La sonrisa de Ana y esa luz que transmite. A Jose explicándome a Heiddeger. Que nos engaña para escaparnos a tomar cañas. Sentirme como una niña con Mayte. La forma que tiene Belén de contar las cosas. El gesto serio de Jose Manuel y su letra diminuta. La voz varonil de Alberto. El Entrehoras. Pasarnos el Jueves. Pasar de la última hora. Las charlas sobre cualquier cosa en los cambios de clase. Las cenas que acababan de madrugada. Nosferatu con las persianas abajo. Un cuadrado en el encerado. David Pujante atacándonos a primera hora de la mañana.

(Sí, Pablo, esto es indudablemente lo más popie que se ma ha ocurrido nunca)