que como dice Chaouen, son la mayoría. Incluso en Navidad. Aunque en el telediario se olviden de ellos y sólo den las noticias del Gordo. Y para todos los anónimos con grandes y pequeñas penas que intentan espantar a lo largo del día hasta el momento de conciliar el sueño. Porque, en cualquier momento, no me cabe duda, sus venas se llenarán de sol y de risas.