miércoles, 29 de diciembre de 2010

Lo que aprendí en 2010

He aprendido
que lo importante no es cómo morimos sino cómo hemos vivido, si ha sido de acuerdo a nuestros sueños, aunque impliquen riesgo o incumplan las normas,
si hemos sido honestos con nosotros mismos,
si hemos hecho lo que sentíamos, dejando de lado el miedo,
si hemos procurado ser justos.

He aprendido
que a veces no es suficiente con quererse,
que todo fluye, que no se puede frenar el cauce de los ríos,
que nada nos pertenece, que nada permanece,
que el rencor no es sano, que no es bueno tener sentimientos como este, o el odio, guardados en el bolsillo de la camisa, muy cerca del corazón.

He aprendido
que lo importante no es lo que nos pasa, sino cómo nos enfrentamos a ello (mejor si es con energía, con humor, con aceptación).

He aprendido
que antes de perdonar a los demás, es necesario perdonarse a uno mismo,
que la sonrisa es un gesto imprescindible,
que hay tantas cosas por hacer que no se puede uno quedar sentado en el sofá,
que los amigos están siempre ahí, como las estrellas, aunque no los puedas ver,
que no se pueden dejar cosas para mañana, ni palabras por decir.

He aprendido
que hay que guardar silencio,
que lo mejor es estar en paz con uno mismo, que sólo así atraemos las cosas buenas.