domingo, 20 de marzo de 2011

La casa Sorolla

Había oído hablar de ella, pero no imaginaba que la casa Sorolla pudiera ser un oasis en el centro de Madrid. Un jardín de inspiración andaluza lleno de luz, de enredaderas, de flores y fuentes. Silencio. Y un estudio con el mobiliario original y una claraboya en el techo que ilumina los cuadros más famosos del pintor. La temática del mar, el blanco, un blanco intenso que nunca he visto utilizado tan agradecidamente en ningún otro pintor, largas pinceladas de agua que hacen que tengas ganas de meter los pies, jardines andaluces que te trasladan al verano en un día frío de invierno y la influencia del impresionismo francés en los tonos violeta de los lienzos. Ver el caballete con el último retrato inacabado, un encargo de su amigo el escritor Ramón Pérez de Ayala, cuando un ataque de hemiplejía incapacitó a Sorolla para volver a pintar, me produjo una extraña sensación. Podía casi verlo allí. En aquella estancia impregnada de claridad y lirismo. Al artista joven. En su estudio. Pintando varios cuadros a la vez, como solía hacer. Y cuando me di la vuelta tropecé con una niña de unos ocho años que dibujaba, muy concentrada, en un cuaderno de cuadrícula el azul del mar y un improvisado bañista, sentada en una silla, y que luego observaba los cuadros con los ojos entornados y una sonrisa dulce en los labios. Es curioso cómo los niños son tan impresionables, el arte no deja de ser un juego para ellos, y es una pena que los adultos perdamos esa sensibilidad con los años. Tal vez esa niña tenga un día un nombre, pensé, como el propio Sorolla, que se enamoró de las pinturas del Prado siendo sólo un estudiante. O tal vez sólo sea que últimamente veo historias en cada rostro y cada pequeño detalle.







La costa valenciana, Biarritz, los jardines de la Alhambra y el alcázar de Sevilla y este pequeño rincón de su casa en Madrid, retratados por el pintor que mejor reflejó la magia de la luz mediterránea son los protagonistas de las paredes de su casa-museo junto con los diferentes retratos de su mujer y sus hijos.

C/General Martínez Campos, 37, 28010 Madrid. Metro Iglesia