jueves, 26 de abril de 2007

Mirando al cielo

Nos olvidamos de mirar hacia arriba y nos perdemos los balcones de los edificios... y la Luna.
Todo este tiempo no hacía más que mirar al suelo para no tropezar otra vez. Algunas veces vuelas y otras, te arrastras demasiado a ras de suelo, ya lo dice la canción.

El otro día, camino del trabajo, sorprendí a un chico en el tercer piso de un edificio, con las ventanas abiertas de par en par, tocando la guitarra. El sonido de las cuerdas no se oía (lo enmascaraba el ruido de los coches), pero veía cómo se movían sus dedos con delicadeza.
Me pregunté cuántas otras veces pude espiar un momento como ese y perdí mi oportunidad por miedo a caerme de bruces.

Por eso hoy fui al trabajo mirando al cielo, por encima de mi paragüas.