Una verdadera educación no te enseñará a competir; te enseñará a colaborar. No te enseñará a pelear para llegar el primero. Te enseñará a ser creativo, a ser cariñoso, a ser dichoso sin compararte con los demás. No te enseñará que sólo puedes ser feliz si llegas el primero: es una estupidez.
(...) Yo te digo que disfrutes de lo que haces, no por los resultados, sino por el acto en sí. Al igual que un pintor, un bailarín o un músico.
Puedes pintar de dos maneras: (una) para competir con otros pintores, porque quieres ser el mejor pintor del mundo, quieres ser un Picasso o un Van Gogh. Entonces tu pintura será de segunda categoría, porque a tu mente no le interesa la pintura en sí, le interesa que seas el primer pintor del mundo, el mejor. No profundizas en el arte de la pintura. No disfrutas de ella, solo la utilizas como un peldaño. Te has metido en un viaje del ego, y el problema es que para ser pintor de verdad tienes que deshacerte por completo del ego. (Dos) Para ser pintor de verdad, hay que dejar el ego a un lado. Solo así podrá fluir por ti la existencia. Solo así podrás utilizar tus manos, tus dedos y tus pinceles como vehículos. Solo así puede nacer algo de esa magnífica belleza.
OSHO