martes, 30 de agosto de 2011

Tierra y Armonía

Son un pueblo increíble. En lugar de intentar dominar la naturaleza, como hicimos nosotros, la observaron. La observaron durante años y años hasta desentrañar sus secretos. La civilización occidental ha construido un mundo ajeno al mundo natural, desvinculado de sus ritmos y flujos. Los mayas, sin embargo, han estudiado sus ritmos para poder adaptarse mejor al espíritu de la Tierra. Para aprovecharlos en lugar de ignorarlos y vivir de espaldas a ellos, como hacemos nosotros. La armonía es uno de sus conceptos más preciados. La Armonía con el Todo.
(Niños rociando gato con gasolina, A. Torres Blandina)

De manera similar, para los aborígenes australianos la tierra que pisamos es la tierra a la que pertenecemos. No se trata sólo de arena y rocas. La tierra es el corazón de su espiritualidad. Y es por ello que merece todo su respeto.
Algo muy distinto a la idea que arrastramos durante siglos en Occidente. Aquí la tierra que pisamos nos pertenece. Y por eso la maltratamos. Y hemos invadido y colonizado paraísos y culturas. Y hemos terminado con pueblos que han vivido durante miles de años pacíficamente, imponiéndoles una forma de vida que creíamos mejor que ninguna. Hemos explotado los recursos hasta empobrecer la tierra. Y hemos contaminado los ríos, los bosques, y hasta el aire que respiramos.
Pero, ¿qué haremos cuando se muera el último águila?