jueves, 4 de agosto de 2011

Podemos (y no nos confundamos con sloganes políticos)

Un cuento de Bucay habla de un elefante encadenado con una pequeña estaca que al crecer no se escapa del circo que lo tiene esclavo, ni aún deseándolo intensamente, porque cuando era pequeño, atado con esa misma estaca al suelo, intentó varias veces deshacerse de ella y no pudo. El pobre elefante subestimaba la fuerza que con los años había adquirido.
Si pienso en esta historia, me doy cuenta de todas las veces que desaproveché una oportunidad o me rendí sin apenas hacer un pequeño esfuerzo. Decir "no puedo" es fácil, sobre todo cuando lo aprendiste por imitación siendo un niño. Cuando tu madre te decía "no puedes hacer esto", "no puedes hacer aquello". Pero esta frase sólo esconde miedo. Siempre podemos conseguir más de lo que alguna vez imaginamos. Siempre podemos arriesgarnos. Todo aquello que soñamos (y soñabáis) de niños. Viajar a la Patagonia. Enseñar. Subir montañas. Volar. Apagar incendios. Ser parte de una revolución. Escribir sentencias judiciales. Escalar altas paredes. Ganar un Premio Nacional de Poesía. Trabajar en Cooperación. Producir un corto cinematográfico. Salvar vidas. Pisar la línea del Círculo Polar.

No sabe a dónde va- Amaral

Hace ya una década que escuchaba esta canción mientras viajaba en coche por Suiza con un viejo amigo. Él, que me conocía bien, siempre me decía "Sí puedes", aunque no sepas a dónde vas. Él, que me conocía bien, sabía que me marcharía un día detrás de los pequeños sueños que le contaba cada noche.
Con el tiempo, seguimos sin saber a dónde vamos, pero eso es lo interesante del viaje. Tenerlo todo organizado en los viajes, como en la vida, puede resultar aburrido. Hay que dejar que la vida nos lleve y nos sorprenda, aunque a veces vayamos dando tumbos. Y decir "no puedo", menos cuando somos jóvenes y no hay nada que nos ate, es sólo una excusa. Aunque cada cual es libre de elegir quedarse clavado en la arena del circo, lamentándose de su mala fortuna. O de arrancar la estaca.
Por eso, reflexionando sobre una pregunta que hace poco alguien me hizo indirectamente diré que sólo he visto una pequeña parte del mundo. Todavía.