Llevaba casi un año despertando con esta música. Había configurado el móvil para que fuera la voz de Quique González lo primero que escuchase cada mañana. Hoy, gracias a Esther, que curiosamente descubrió la canción a través de mí en uno de esos viajes matinales de autobús, descubro yo que Quique la compuso sobrevolando el mar, así que imagino que he despertado todas las mañanas en el aire.
Escuchadla aquí, es realmente mágica.
Habla, dicen, de la impotencia del amor. De lo terrible que resulta recordar a quienes cogimos con vicio alguna noche, a quienes ya no volverán.
Hay rompeolas en cada rincón de la ciudad, no es necesario viajar a la costa.
Escuchad toda la discografía de Quique, especialmente Salitre 58. No es casualidad que yo haya dado nombre a mi blog con una de sus canciones.
Escuchadla aquí, es realmente mágica.
Habla, dicen, de la impotencia del amor. De lo terrible que resulta recordar a quienes cogimos con vicio alguna noche, a quienes ya no volverán.
Hay rompeolas en cada rincón de la ciudad, no es necesario viajar a la costa.
Escuchad toda la discografía de Quique, especialmente Salitre 58. No es casualidad que yo haya dado nombre a mi blog con una de sus canciones.