Quería desconectar de verdad unos días. Apagar el móvil. Desenchufar internet. Dejar la ciudad. Y respirar.
Por eso me voy a la montaña. Dos amigas. Mi cámara. Mis libros. Mis botas.
A la vuelta cargaré la mochila y tomaré ese avión a Ucrania. Mentiría si digo que no me da un poco de vértigo. Especialmente porque sólo conozco tres palabras en ruso y no creo que me sean de gran utilidad. Puef!
¡Felices vacaciones a todos!