sábado, 14 de noviembre de 2009

El misterioso caso del señor Juan

Esta mañana el señor Juan no abría la puerta. Me he despertado con la alarma de los vecinos. Que Juanito no puede salir solo. Que Juanito padece del corazón. Que sus sobrinas no saben nada de él desde hace unos días.

Bomberos, Samur y policía en un momento.

Yo pensaba en lo triste que ha de ser morir solo. Notaba ya el olor a cadáver.¡Pobre hombre! Lo he matado antes de tiempo... porque nada se sabe del señor Juan.

¿Acaso se habrá volatilizado?

Sin duda, un buen argumento para una novela de misterio, pero nunca me ha gustado el género policíaco.

Prefiero contar que mi vecino, el señor Juan, se levantó hoy con ganas de hacer footing. Y salió a la calle dejando en el sillón el pellejo de sus 90 años. Porque nadie podía hablarle ya de lo imposible en el silencio de la sala de estar.

(Cuando vuelva, se encontrará todo el follón).