La "ventana de Johari" ilustra el concepto de "dar y recibir" en nuestro comportamiento social. Hay una parte libre de esa ventana que se refiere a aquello que nosotros mostramos conscientemente de nosotros mismos a los demás. Una parte oculta que es aquella que no comunicamos, aquella que uno se guarda para sí mismo, llena de las palabras que no se dicen, de algunos sueños, de opiniones que se callan, de miedos que no nos atrevemos a confesar. Hay también en esa ventana una parte desconocida que aún no hemos descubierto, que nadie ha descubierto tampoco en nosotros, como el arpa en el ángulo oscuro del salón. Y por fin, hay un área ciega, un área de inconsciente comunicación, porque es esa parte que los demás ven en ti y que tú no reconoces, es la parte que ellos no siempre te cuentan, que descubren en tu manera de moverte, de reir, en tu tono de voz.
Pero ¿qué pasaría, si encuentras a alguien que, como un espejo, te refleja ese área ciega que no puedes ver y que se pasea por tu parte oculta con visado de turista?¿qué pasaría si yo, que nunca me planteé encontrar a un alter-ego, sino en la literatura, me pegara de bruces con él al azar, en un lugar cualquiera?
Dicen que todos tenemos un doble de nosotros mismos en las antípodas del planeta y que si Uno se lanza en su busca, él Otro iniciará la misma aventura y seguirá la misma dirección y el mismo sentido, con lo que estarán destinados a no encontrarse.
Solo la casualidad permite este encuentro. Que Uno y Otro se conozcan sin haberlo previsto. Aunque como dice Otro, al final, todo resulta siempre más terrenal de lo que Uno se imagina ;)