Un Payaso melancólico, como corresponde a los payasos solitarios, y un Acróbata risueño que ha perdido a su amada....
ACRÓBATA: Rosalía ha desaparecido
PAYASO: ¿Y eso te aflige?
ACRÓBATA: ¡Estoy desesperado!
PAYASO: Todas las mujeres, mi querido amigo, acaban desapareciendo. Y no tienen necesidad de marcharse lejos. Se sientan en el borde de sus pequeños corazones y nadie es capaz de encontrarlas.
(Javier Tomeo, Historias mínimas)