Ayer, haciendo zapping, apareció Escarlata O´Hara en la pantalla, en uno de esos canales de cine clásico que no sueles ocuparte en explorar. Quería ver esa escena que todos recordamos, pero acabé enganchándome de tal forma que tuvé que verla hasta el final y posponer el café con mis amigas.Descubrí que hay filmes que no pasarán de moda y que, hoy día, las películas de amor ya no son lo que eran. Todos esos personajes planos, tan predecibles, del actual cine americano no pueden compararse con los de Tara.
Y esa fantástica escena final en la que Escarlata baja las escaleras desesperada, se queda apoyada en el quicio de la puerta, viendo cómo desaparece Red entre la niebla, y dice: "Algo he de poder hacer para que vuelva... pero ya lo pensaré mañana".