lunes, 12 de noviembre de 2007

Imágenes desde el micro

Los viajes en micro en Santa Cruz te recuerdan que estás en Bolivia, tal vez por el hacinamiento en algunas ocasiones en que la gente se cuelga literalmente de la puerta, por la música de cumbias y reggaeton a todo volumen o por las imágenes que se suceden al otro lado de la ventana.
Una mujer cambiando a su bebé los trapos que hacen de pañal junto a la carretera.
Un chico que se agarra a la parte trasera del micro para viajar gratis.
Un niño colgado del pecho de su madre. Aquí el período de lactancia se alarga hasta casi los 3 años.
Un hombre empujando una carretilla con dos niños pequeños y parte de su negocio guardado en un saco.
Los cleferos durmiendo a lo sombra de un árbol en una rotonda con los pies descalzos y ennegrecidos.
Un niño de 8 años esnifando pegamento.
La gente durmiendo sobre el suelo, sin un cartón o una manta.
Un niño haciendo malabares con un sólo mango y pidiendo limosna en el cruce.
Un comedor al aire libre con grandes ollas, sillas destartaladas y mosquitos rondando la comida.
Un bebé dentro de una caja de cartón.
Los policía con ametralladoras de medio metro en las esquinas.
Con el tiempo, me he acostrumbrado a ver cosas como éstas. Ya no me resultan extrañas. A veces, no atraen siquiera mi atención y mis ojos las pasan por alto. Es curioso ¿no?