Me dijo que éste era un libro sin dedicatoria, y que era eso precisamente lo que lo hacía especial, algo así como un libro para leer y luego quemar.
Pero creo que lo guardaré en el cajón, con algunos cachivaches y otros recuerdos, cuando lo haya leído, para que desaparezca sólo a medias, porque
"ni tú
mirando al sol
ni yo
pájaros
volando
sabemos lo que es
el vuelo".
(F.Zamora)