"Un hombre de las viñas habló, en agonía, al oído de Marcela. Antes de morir, le reveló su secreto:
- La uva -le susurró- está hecha de vino.
Marcela Pérez-Silva me lo contó y yo pensé: Si la uva está hecha de vino, quizá nosotros somos las palabras que cuentan lo que somos".
(El libro de los abrazos)