domingo, 3 de mayo de 2009

Fantasía

Intento recordar cosas bonitas que me hayan dicho.

Que llenaba las cosas pequeñas del mundo de fantasía. Aunque es posible que entonces no llevara aún el desencanto en los bolsillos. O que fuera él quien inspiraba esa extraña habilidad en mí.

Fue hace años. No recuerdo cuantos. Una tarde de equilibrios en la barandilla de un acantilado del Norte.
Él decía que desde lo alto siempre se veía todo desde otro prisma.

Tal vez por eso, cuando desapareció de mi vida, me entró la curiosidad por la montaña y empecé a escalar paredes.