lunes, 22 de junio de 2009
Memoria de pez
A veces, me gustaría tener memoria de pez. Y vivir cada momento como algo nuevo y excitante, como algo nunca experimentado. No guardar rencores o recuerdos estúpidos. Sentir, únicamente. Disfrutar de cada respiración. Dar los pasos con firmeza y sin miedo. Y mirarlo todo y a todos con la misma mirada de curiosidad y embeleso con que algo se contempla por vez primera
Pero no. Yo no soy pez. Yo lleno mis bolsillos de recuerdos. Algunas veces rebosan y se esparcen por el camino.
Y, si lo pienso, ni falta que hace que lo sea. Porque he aprendido algunas cosas que no quiero olvidar.
Y porque los peces, no pueden volar.